Como consecuencia de una tenaz estrategia que desplegó en los últimos meses el SUTCA, el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires comenzó a realizar una importante cantidad de inspecciones a empresas de seguridad privada que prestan servicios en el territorio. Como fruto de esta acción se labraron abundantes multas, suspensiones e inhabilitaciones. Se sancionó también a Barrios Privados y Supermercados Mayoristas por ser partícipes necesarios en esta estafa.
Ni agotamos recursos; reuniones con autoridades políticas, ministeriales, presentaciones judiciales, medidas de fuerza, campañas mediáticas. Todo con el único objetivo de denunciar el descontrol que existe en la actividad, en donde solo en la Ciudad y en el Gran Buenos Aires se desempeñan casi 1.000 empresas. Un número importante de ellas no habilitadas, con trabajadores contratados en forma irregular y un porcentaje importante en negro. No cumplen con las leyes laborales y con el CCT. También evidenciamos la complicidad de aquellos que contratan a las empresas. No solamente que suelen hacerlo a precio vil, anomalía que terminan pagando los compañeros y no la patronal. Se traducen en horas extras mal liquidadas, en viáticos no abonados y en la práctica de fraguar la cantidad de horas trabajadas, haciendo figurar en el recibo de sueldo medio jornal, cuando soportan jornadas de 12 horas diarias. Ellos son solidarios responsables.
Pero hay más. Personal policial en actividad suele realizar tareas de custodia de manera ilegal, lo que configura un fabuloso negocio para los comisarios y quita puestos de trabajo a nuestros compañeros. Esto quedó en clara evidencia.
Esperamos y deseamos que eso no sea solo un circo mediático para que todo siga igual. El Estado no debe delegar sus funciones de órgano contralor de las empresas de seguridad privada. Y para eso solo hace falta tener decisión política. La falta de empleados para hacer el control necesario es solo una excusa. En reiteradas oportunidades hemos puesto a disposición la estructura del SUTCA para realizar los controles necesarios. Hasta sería una tarea más fácil y rápida. Sabemos en dónde se producen las mayorías de las irregularidades.
